lunes, 10 de septiembre de 2012

DE ANIMALES Y POLÍTICOS

Tengo la mala pata, y no va con segundas o quizás sí, de tener un vecino canino que ladra desaforadamente a cualquier hora del día, llamando la atención de todo el edificio que intuyo debe maldecirlo tanto como yo. Reconozco que mi amor por los animales se esfuma cada vez que escucho su agudo ladrido taladrando mi rutina o mi descanso. Procuro ser cabal y recordar que el comportamiento animal está supeditado a la educación del dueño, que en este caso resulta ser más animal que el propio can; ya que la fémina que lo acogió no solo no reprime los ladridos, sino que los acompaña del desacompasado ruido de sus tacones por toda la casa y las escaleras.
Por tanto, la responsable es la dueña y es a quién hay que dirigirse para reprocharle la molesta banda sonora con la que nos obliga a vivir.
De lo cual se deduce que ciertos comportamientos y actitudes no pueden ser reprochados a quién no tiene consciencia, por lo que si ahora nos resulta molesto el discordante "ruido" del actual gobierno, deberíamos dirigirnos a aquellos que los votaron pensando que no acabarían ladrando o tal vez sean éstos los que perdieron la consciencia y andan ahora, como todos, aullando.



6 comentarios:

  1. Dicen las malas lenguas, que tenemos el país que nos merecemos y el gobierno que nos merecemos. Sea consciente o inconscientemente... vaya usted a saber.
    Con permiso, me quedo por aquí.
    Saludos.

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    1. Esta es una realidad cada vez más tangible.
      Bienvenido y gracias.
      Un saludo.

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  2. El peligro no está en las personas que hacen el mal, sino, por aquellas que se sientan a mirar sin hacer nada.

    Ahora signorina no encuentra a nadie que voto al PP.
    Me alegra ver blog como el suyo..
    Prego, entre sin llamar.
    Volveré

    Un piacere

    Sicilia

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    1. Lamentablemente la mayoría está sentada, ¿qué hay que hacer para levantarla?
      Si encontramos respuesta para esta pregunta, quizás y solo quizás, podamos empezar a solucinar algo.

      Bien hallado y muchas gracias.

      Un saludo

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  3. ¿molesto?

    Seguro que alguno en su buena fe votó creyendo que se llevaba un caniche a casa y se encontró con un rotweiler rabioso y descontrolado que no le deja salir de su propio cuarto de baño.

    Un saludo.

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    1. ¿Molestia? Para nada, un placer.

      Y ahí están, como bien dices, encerrados en el baño y con el truño en los pantalones.

      Gracias por la visita

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