viernes, 26 de octubre de 2012

DISYUNTIVA GRAMATICAL

Según la RAE el concepto heteronimia se define como; fenómeno por el cual dos palabras que corresponden a dos términos gramaticales en oposición proceden de raíces diferentes; por ejemplo, toro-vaca, caballo-yegua. Es decir, dos conceptos opuestos pero necesariamente emparejados.
Aplicando este término a la política actual obtenemos nuevos ejemplos; banco-malo, PP-recortes o PSOE-oposición. 
Sírvanse seguir buscando nuevas heteronimias. 


miércoles, 24 de octubre de 2012

DETALLES

Una noticia alentadora, un paseo sin destino, una tarde de lluvia sin salir de casa, un bizcocho recién hecho, una película que provoca sonrisas, el sabor de un buen vino, el final del día en una playa, el roce en la piel fría de una mano tibia, el olor del hogar, una canción que no nos cansamos de escuchar, el abrazo ansiado, una cena improvisada, un libro en la mesita de noche, una llamada inesperada, el calor de la cama, el brillo del sol entre las nubes, los decididos pasos que cada día nos llevan y traen en nuestro mundo de detalles. Esos que son personales y únicos, y que no están sujetos a retención, subida del IVA, ni cuestionada su legalidad para ejercerlos. 
Esas manifestaciones privadas de nuestras vidas, que nadie nos podrá embargar. 




lunes, 15 de octubre de 2012

RUTINAS

Me sé de memoria cada día,con su rutina estática y persistente en su insistencia de prolongarse. El mapa de los días con su geografía bien aprendida, por el único e irrazonable motivo de repetirse los mismos accidentes políticos, o económicos, o sociales; porque la historia, inevitablemente pretenciosa, ha decidido no pasar desapercibida en este momento de nuestras vidas. Y así, nos hemos convertido en unos ciudadanos afectados de indolencia e inmadurez ética y social. 
Una rutina que está tan madura, que intuyo tiende a estar caduca y alguien debería plantearse retirarla del mercado antes de que nos intoxiquemos, aún  más. 

miércoles, 3 de octubre de 2012

ALARMA

Hace un mes que suena una alarma en los alrededores de mi casa. Su presencia no tiene ningún sentido justificado, nunca antes la habíamos escuchado y no suena como ninguna otra. No tiene un horario fijo, suena de manera intermitente y apenas unos segundos; aunque su sonido llega a ser irritante por el profundo tono agudo que muestra. 
En un principio estuve decidida a buscar su origen, desistí. Ahora forma parte de mi rutina. De lo que he sacado una deducción; las alarmas suenan avisándonos de que algo sucede, pero aunque en un principio mostramos preocupación, acabamos acostumbrándonos a la sensación de riesgo. Las escuchamos de fondo, pero seguimos con nuestras vidas. 
Puede que cuando el peligro ya sea inevitable tomemos consciencia de que estábamos avisados.