martes, 9 de abril de 2013

TRABAJO VERSUS EDUCACIÓN

Hemos errado en nuestros pasos, definitivamente. Me explico. Hemos confundido formación y educación con futuro y, es más, le quisimos añadir el adjetivo de "prometedor" e incluso, "seguro". Nada ha estado más lejos de la realidad. Durante algunos años hemos sobrevivido dentro de la farsa del consumo que nos han impuesto y por el que nos han guiado como petimetres. Nos sentíamos confiados con nuestras cuentas corrientes, hipotecas y tarjetas de crédito, sintiéndonos dueños de los centros comerciales que nos fabrican para que sigamos entretenidos en nuestras falsas necesidades.
Si bien la realidad se maquinaba a espaldas nuestras y de repente, alguien, ha empezado a quitarnos vendas de los ojos, tarjetas de las carteras y bolsas de compras de las manos. 
Y ahora nos encontramos con que el futuro no se forja a base de una sólida educación, sino de un sólido entorno que te proporcione los contactos necesarios para ser quién quieras ser. 
Este gobierno elegido por mayoría, con su oposición legalmente establecida y su monarquía parlamentaria, nos muestra que solo hay que robar, malversar, defraudar y estafar, (a gran escala por favor, nada de nimiedades de robos de carteritas o tirones de bolsos); para conseguir un futuro seguro y prometedor.
Rodrigo Rato llevó a la quiebra a Bankia, como recompensa: incorporación al Consejo de asesores de Telefónica Latam y Telefónica Europe. 
Iñadi Urdangarín imputado en fraude y malversación en diversas sociedades con el amparo, uso y disfrute de su real pareja, como recompensa: oferta de trabajo en Qatar, donde posiblemente las arenas del desierto entierren la mala imagen que deja tras de sí en España. 
Ahora puedo comprender el porqué el gobierno se empeña en recortar en educación, ignorantes de nosotros que no nos habíamos dado cuenta que el futuro no está en ella. 

1 comentario:

  1. Pero pudo ser que finalmente no tuviéramos vendas en los ojos, y por lo tanto nadie nos las pudo quitar.Era simplemente que los ojos los teníamos cerrados porque era más fácil así, no querer ver lo que sabíamos que tarde o temprano iba a pasar, no querer denunciar lo que era evidente para todos. Nos paseábamos felices por los centros comerciales y teníamos cubiertas todas nuestras no-necesidades, pero la bola se hizo grande y estalló, y Bankia, y Urdangarín, y toda esa mierda que todo lo abarca.
    I.

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