Felicidades mujer porque hoy sigues igual pese a que nadie te felicite como ayer. Felicidades, aunque hoy ya no seas noticia, ni nombren tus logros, tus desigualdades o tus manidas diferencias. Felicidades porque hoy nadie te conmemora pese a que te sigues enfrentando a lo mismo. Felicidades por pensar por ti misma, aunque a algunos les cueste creerlo. Enhorabuena por invertir en el género femenino, cuando tu recompensa no es igualitaria y se resume en unos números negativos para ti y positivos para ellos.
Hoy no hay fiestas, ni homenajes, ni poemas en honor de las labores domésticas que te han adjudicado, no hay tertulias donde cifrar los peldaños que aún no te dejan subir, ni hay reportajes con los que recordarte lo mucho que todavía te queda por conseguir.
Hoy no es ayer, hoy es como todos los días. Tal y como será mañana, y el resto. Y aún así, felicidades mujer porque sin ti no habría diferencias destacables que mencionar, ni historias inmortales que recordar.
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